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Actualizado: 30 abr 2023

Escrito por Stephanie Reinoso


Cuando eres niño, el mundo de posibilidades es tan grande que se te otorga la libertad de soñar tanto despierto como dormido. La imagen del futuro adulto es tan distante que puedes ser quien quieras ser, y ya que la curiosidad es intrínseca a la niñez, se puede deducir que los infantes son, sobre todo, científicos por naturaleza. Y es que, precisamente el Método Científico inicia con las múltiples preguntas que conducen a investigar los diferentes caminos que pueden arrojar una respuesta. Aunque no todas las figuras de autoridad tienen la paciencia y vocación suficientes para guiar en el camino de la sabiduría a esos potenciales genios, el problema radica en la cultura y el sistema educativo. En palabras de Michio Kaku: “Todos los niños nacen siendo científicos, hasta que la sociedad y la educación formal primaria y secundaria especialmente, aplastan su curiosidad” (WMCMF, 2023); y es aquí donde se presenta el primer distanciamiento con el mundo científico.


Por otra parte, en la actualidad, aunque los roles de género pretenden difuminarse ante la toma de conciencia producto de la necesidad y la presión de las minorías, es menester considerar el peso histórico que condujo a los comportamientos estereotípicos que prevalecen hasta ahora. Cuando los grupos sociales formaron una estructura patriarcal como consecuencia, las mujeres no podían acceder al conocimiento ni a posiciones de autoridad, por lo que el número de mujeres científicas se redujo considerablemente. Por otra parte, aquellas que lograron superar esas barreras y descubrieron cosas nuevas fueron condenadas, marginadas, ignoradas u opacadas por figuras masculinas que robaron sus logros y, finalmente, fueron relegadas a las tareas del hogar y la crianza de la descendencia (García, 2016).


Ante el descontento por este tipo de acontecimientos, Matilda Joslyn Gage, una inconformista y sufragista luchadora, dedicó su vida a denunciar las injusticias sistemáticas que dejaron en las sombras los descubrimientos de grandes científicas a lo largo de la historia y es gracias a ella que este comportamiento tiene nombre en la actualidad: El Efecto Matilda (Huguet, 2023). En consideración a esto, uno de los campos donde el Efecto Matilda ha resonado y transcendido es la ciencia. Se debe comprender que la ciencia no es “cosa de hombres”, puesto que el talento no tiene género, sino que el absentismo de mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) se debe a la escasez de espejos en los cuales reflejarse; ya que fueron tantas las científicas que cayeron en el olvido y que no pudieron convertirse en ejemplos a seguir para todas aquellas niñas que siguen creciendo con la idea de que ese es un camino solo para hombres.

Audrey Azoulay, Directora General de UNESCO

Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO indicó que: “la ciencia debe ser equitativa, diversa e inclusiva; ha de estar abierta para todas las personas, especialmente a las mujeres”, debido a que, según el último informe de este organismo, en la actualidad, solo uno de cada tres investigadores es mujer; mientras que, en materia de educación superior, la representación femenina consta solo de un poco más del 35 % de las carreras STEM, el 29,3 % son investigadoras científicas a nivel mundial y el 41,1 % de mujeres en Ecuador se dedican a una rama científica (UNESCO, 2023). Si bien al presente, tanto hombres como mujeres tienen los mismos derechos, es indudable que sigue existiendo discriminación en cuanto a roles de género. Otro ejemplo claro está en la discriminación hegemónica, donde las mujeres perciben un salario inferior al de los hombres desempeñando los mismos trabajos (Sánchez, 2021). Por lo tanto, esta es una herencia cultural que la sociedad no puede seguir permitiendo.


Ahora, en palabras del filósofo Lipovetsky, “la tercera mujer es aquella que ha roto todos los moldes sociales que la tenían limitada y constreñida; es aquella que determina y construye su futuro sin seguir caminos obligatorios ni opciones inevitables como lo fueron alguna vez el matrimonio y la procreación” (Lipovetsky, 1997). Es por esto por lo que inclusive Disney ha cambiado la imagen de su estereotípica princesa en apuros, por verdaderas guerreras como Mulán, Pocahontas, Mérida, Elsa, Tiana y la nueva versión de Rapunzel. Esta iniciativa junto con su campaña “Soy princesa siendo yo” resulta inspirador, así como necesario para las nuevas generaciones, a pesar de que aún no existe suficiente representación de mujeres científicas en los medios de alta difusión o en los shows infantiles.


Por otra parte, la Organización de Mujeres en la Ciencia para el Mundo en Desarrollo (OWSD), que fue fundada en 1987 en Italia y forma parte de un programa de la UNESCO, pretende promover el liderazgo y desarrollo científico-tecnológico de las mujeres. Mientras que para las Naciones Unidas, la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas harán una contribución crucial no solo al desarrollo económico del mundo, sino también al progreso en todos los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Estas y otras iniciativas son de suma importancia para lograr un mundo más equitativo y poder romper con las limitaciones y discriminación.


Finalmente, se debe comprender que, si se cierra la brecha de género, la sociedad se vería beneficiada con nuevos enfoques, investigaciones, descubrimientos y soluciones gracias a los talentos que antes no tenían oportunidad. Para esto, es importante dar a las niñas modelos que inspiren sus sueños, a las jóvenes oportunidades y respeto en las universidades y carreras que elijan y a las mujeres, el reconocimiento y remuneración equitativa que merecen. Ya que, el mundo necesita ciencia y la ciencia necesita indudablemente mujeres.


Fuentes consultadas:

García, A. (2016). Redalyc. Obtenido de De la historia de las mujeres a la historia del género: https://www.redalyc.org/jatsRepo/281/28150017004/html/index.html

Huguet, G. (8 de Febrero de 2023). National Geographic. Obtenido de Matilda Joslyn Gage, la sufragista pionera que dio nombre al efecto Matilda: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/matilda-joslyn-gage-la-sufragista-pionera-que-dio-nombre-al-efecto-matilda_16192

Lipovetsky, G. (1997). La tercera mujer. Permanencia y revolución de lo femenino. Barcelona: ANAGRAMA.

OWSD. (2023). International Science Council. Obtenido de Organization for Women in Science for the Developing World (OWSD): https://council.science/member/organization-for-women-in-science-for-the-developing-worlds-owsd/#:~:text=The%20Organization%20for%20Women%20in,a%20programme%20unit%20of%20UNESCO.

Sánchez, P. (2021). Discriminación y desigualdad salarial. Exploración de brechas por género en Ecuador. Revista Científica y Tecnológica UPSE, 48-55. Obtenido de https://incyt.upse.edu.ec/ciencia/revistas/index.php/rctu/article/view/544/507#:~:text=De%20acuerdo%20con%20el%20sexo,su%20trabajo%20percibi%C3%B3%20292.7%20d%C3%B3lares

UNESCO. (10 de febrero de 2023). Naciones Unidas. Obtenido de Más participación de mujeres y niñas = mejor ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas: https://news.un.org/es/story/2023/02/1518507#:~:text=Seg%C3%BAn%20el%20%C3%BAltimo%20Informe%20del,%2C%20tecnolog%C3%ADa%2C%20ingenier%C3%ADa%20y%20matem%C3%A1ticas.

WMCMF. (2023). Michio Kaku: Los niños nacen científicos y luego la sociedad los aplasta. Web del maestro cmf.

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Escrito por David Guaña


Cada 02 de febrero se celebra el día mundial de los humedales, una conmemoración enfocada en concientizar el rol de estos ecosistemas y en la necesidad de protección y restauración de los mismos por su influencia en la vida humana. Especialmente en Latinoamérica en donde estos ecosistemas se encuentran bajo alto riesgo de destrucción.

Lo que conocemos como humedales son varios ecosistemas, terrestres y costeros, que tienen como característica principal que sus dinámicas están dominadas por el comportamiento del agua. Esto incluye lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y ciénagas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y planicies intermareales, manglares y otras áreas costeras, arrecifes de coral, y otros sitios creados.


Humedal en el Parque Nacional Yasuní, Ecuador

Los humedales tienen una gran importancia tanto ecológica como para el ser humano debido a que en sus dinámicas naturales estos juegan un rol en ciclo de nutrientes, producción de alimentos, mitigación de inundaciones, almacenamiento de agua y son importantes por proveer el hábitat para una gran cantidad de especies. Además de que son aprovechados como fuentes de agua, lugares de recreación y forman parte de la cultura de múltiples grupos humanos [3]. Todos estos beneficios son conocidos como servicios ecosistémicos, y son determinantes para la supervivencia de millones de personas alrededor del mundo.


A nivel mundial se estima que el área de los humedales supera los 12.1x106 km2, de los cuales Latinoamérica y el Caribe ocupan el 15.8% del total [1]. Precisamente Sudamérica, el continente más húmedo y con más alta densidad de humedales, está cubierta el 20% de su superficie terrestre por estos ecosistemas [2].

Ejemplos de diferentes tipos de humedales presentes en varias regiones del Ecuador. Humedales Cuyabeno, Ñucanchi turubamba y la Segua

Sin embargo, a pesar de toda la importancia para el ser humano, los humedales son los ecosistemas que más son destruidos o degradados por causa de actividades humanas. De esta forma se estima que desde inicios del siglo XX se han perdido alrededor del 71% del área alguna vez ocupada por humedales [5]. Las principales amenazas tienen que ver por fenómenos como el incremento de la agricultura, industria, transporte y desarrollo urbano, que degrada y contamina los ecosistemas [6]. Particularmente en América del sur, que es uno de las regiones en donde menos estudios se han realizado y que posee la tasa más alta de perdida de ecosistemas de todo el mundo [6].


Carrao alimentándose en humedal de la Costa ecuatoriana

Debido a falta de políticas nacionales específicas, financiamiento y capacidad de monitoreo constante los humedales están en peligro de desaparecer. Aun así, y pese a que los países sudamericanos tardaron en adoptar medidas para estudiar e inventariar sus humedales, han incrementado el número de zonas protegidas, como es la declaración de sitios RAMSAR, [2]. El esfuerzo para poder realizar el manejo y cuidado adecuado de estos ecosistemas tiene que incrementarse para proteger los humedales. Y para ello, es necesario el fortalecimiento del rol de las comunidades que conviven con estos ecosistemas, así como el el papel que juega la academia e instituciones públicas para su estudio y monitoreo. Ambos actores a su vez tienen que articular el conocimiento técnico de las comunidades junto con la disposición de proteger el ambiente en proyectos integrados y transversales que respeten a la naturaliza y las dinámicas sociales de las comunidades a su alrededor [7].


Los humedales son ecosistemas que brindan una gran cantidad de beneficios, y que pese a ello, se encuentran en grave riesgo por las actividades humanas insostenibles, o sin ningún tipo de planeación. Por esto, nuestro rol como beneficiarios, directos o indirectos, es el de participar activamente en su cuidado y preservación.


Fuentes consultadas:

Davidson NC, Fluet-Chouinard E, Finlayson CM. Global extent and distribution of wetlands: Trends and issues. Mar Freshw Res. 2018;69: 620–627. doi:10.1071/MF17019

Wittmann F, HOUSEHOLDER E, Lopes A, DE OLIVEIRA WITTMANN A, Junk, J. W, Piedade Fernandez MT. Implementation of the Ramsar Convention on South American wetlands: an update. Res reports Biodivers Stud. 2015; 47–58. Available: http://repositorio.inpa.gov.br/handle/123/3568

Costanza R, D’Arge R, de Groot R, Farber S, Grasso M, Hannon B, et al. The value of the world’s ecosystem services and natural capital. Nature. 1997;387: 253–260. Available: https://www-nature-com.ezproxy.royalroads.ca/articles/387253a0.pdf

Costanza R, de Groot R, Sutton P, van der Ploeg S, Anderson SJ, Kubiszewski I, et al. Changes in the global value of ecosystem services. Glob Environ Chang. 2014;26: 152–158. doi:10.1016/j.gloenvcha.2014.04.002

Davidson NC. How much wetland has the world lost? Long-term and recent trends in global wetland area. Mar Freshw Res. 2014;65: 934–941. doi:10.1071/MF14173

Kingsford RT, Basset A, Jackson L. Wetlands: conservation’s poor cousins. Aquat Conserv Mar Freshw Ecosyst. 2016;26: 892–916. doi:10.1002/aqc.2709

Turner RK, van den Bergh JCJM, Söderqvist T, Barendregt A, van der Straaten J, Maltby E, et al. Ecological-economic analysis of wetlands: Scientific integration for management and policy. Ecol Econ. 2000;35: 7–23. doi:10.1016/S0921-8009(00)00164-6


Imágenes:

https://www.biodiversidadla.org/Noticias/Los-bosques-inundados-del-Yasuni

https://www.eluniverso.com/larevista/ecologia/el-carrao-ave-montuvia-habitante-de-los-humedales-y-pajones-de-la-costa-ecuatoriana-nota/

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Actualizado: 30 abr 2023

Escrito por Emilia Ayala


¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental (EA) el 26 de enero?


Las primeras acciones internacionales sobre importancia del cuidado del ambiente surgen en 1972, con la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, celebrada en Estocolmo, Suecia. Científicos y científicas, junto con algunos activistas expresaron su interés en dilucidar los problemas ambientales y la implementación de medidas para la preservación y mejora del ambiente. A partir de aquí, se estableció el Día Mundial del Medio Ambiente el 5 de junio, fecha en la que se llevó a cabo esta declaración (Gobierno de México, 2022).


Años más tarde, en 1975, se efectuó el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado en Serbia. En este evento, se otorgó mayor importancia a la educación en la sociedad para la protección del ambiente. Se establecieron ideas y conceptos ligados a procesos como la contaminación ambiental, la pérdida de biodiversidad, la erosión del suelo y otros, como consecuencia de factores humanos debido a una inadecuada -o incluso inexistente- educación ambiental. Este es el antecedente más importante sobre la trascendencia de la Educación Ambiental, que no es nada más que involucrar a los agentes sociales mediante la pedagogía y la concientización de que cada una de sus acciones generan un impacto en el ambiente (Gobierno de México, 2022).


Así, en conmemoración al Seminario de Belgrado de 1975 , se decretó el 26 de Enero como el Día Mundial de la Educación Ambiental. Cuyo objetivo principal no es el cuidado del ambiente, sino educar a ciudadanos e instituciones para generar conciencia colectiva y responsabilidad con el ambiente, entendiendo que la suma de diversas acciones antropogénicas, pueden repercutir de manera negativa o positiva en el planeta (Marcinkowski & Reid, 2019).


La Educación Ambiental es una estrategia de conservación que busca relacionar científicos y científicas con miembros de la comunidad, personas responsables de la toma de decisiones y otras partes interesadas (Ardoin et al., 2020). Actualmente, existen dos visiones principales: i) la visión de democratización, que permite disminuir la brecha entre ciencia y la sociedad en general; y ii) la visión de productividad, que permite generar conocimiento científico de manera colectiva y a partir de experiencias o prácticas locales (Sauermann et al., 2020).


En general, la EA busca los siguientes objetivos:


  • Concienciar y conocer: donde se plantea una serie de soluciones eficientes a partir de dejar de lado la desinformación ambiental y lograr una mayor concienciación, haciendo entender a las personas que somos parte de la biósfera y no dueños de ella.

  • Mayor participación: donde se invita al público en general a intervenir en actividades recreativas relacionadas con el cuidado de la naturaleza, sobre todo, se busca la inclusión de niños, niñas y adolescentes, para crear futuras generaciones con mayor compromiso ambiental.

  • Desarrollo de actitudes y valores: donde se establecen vínculos entre las personas con la naturaleza para desarrollar responsabilidad social-ambiental y asimismo un sentido de pertenencia con el planeta (Monroe et al., 2019).


La EA abarca enfoques, herramientas y programas que desarrollan y apoyan actitudes, valores, conocimientos y habilidades relacionados con el ambiente, con los que preparan a las personas para tomar medidas informadas y conscientes con la naturaleza (Monroe et al., 2019). Tiene un importante contenido multi escala. ya que los resultados se pueden presentar a nivel individual (por ejemplo, los comportamientos ambientales de un individuo), a nivel social (por ejemplo, la creación de comunidad), y a nivel ecosistémico (por ejemplo, el número de una especie en peligro de extinción) (Marcinkowski & Reid, 2019).


Mucho les debemos a los y las educadores ambientales, que tratan de incorporar principios de varias disciplinas para una mejor comprensión de la naturaleza y la sociedad. Se aplican fundamentos de psicología conductual, marketing, sociología, pedagogía, biología, entre otros, pero siempre con una orientación práctica, para generar experiencias personales y colectivas en contacto con el medio que rodea a la sociedad, para formar comunidades responsablemente sostenibles, aprender y desarrollar una conexión con el entorno y para crear cuestionamientos en las personas que les impulse a generar un cambio (Ardoin et al., 2020).


En conclusión, la EA fomenta la curiosidad sobre el entorno en el que nos encontramos, la conexión con la naturaleza y la sensibilización con cada factor biótico[i] y abiótico que nos rodea. Una estrategia o iniciativa de EA eficaz, conlleva una transferencia conjunta de conocimiento entre lo teórico y lo empírico (Monroe et al., 2019). Además, la EA facilita las conexiones con la investigación práctica ya que reúne a distintas personas relacionadas o no con las ciencias de la vida a colaborar y a abordar problemas ambientales a mediano y largo plazo (Ardoin et al., 2020). Gracias al compromiso de varios educadores ambientales, en la actualidad, se han reportado beneficios directos al ambiente alrededor del mundo. Sin embargo, faltan aún esfuerzos por mejorar e incentivar a más gente a ser partícipes del cambio (Marcinkowski & Reid, 2019).


Y tú ¿qué acciones realizas para generar el menor impacto posible en el planeta?


“Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol” - Martin Luther King


Fuentes consultadas:

Ardoin, N. M., Bowers, A. W., & Gaillard, E. (2020). Environmental education outcomes for conservation: A systematic review. Biological Conservation, 241. https://doi.org/10.1016/j.biocon.2019.108224

Gobierno de México. (2022, March 29). 26 de enero: Día Mundial de la Educación Ambiental.

Marcinkowski, T., & Reid, A. (2019). Reviews of research on the attitude–behavior relationship and their implications for future environmental education research. In Environmental Education Research (Vol. 25, Issue 4). https://doi.org/10.1080/13504622.2019.1634237

Monroe, M. C., Plate, R. R., Oxarart, A., Bowers, A., & Chaves, W. A. (2019). Identifying effective climate change education strategies: a systematic review of the research. Environmental Education Research, 25(6). https://doi.org/10.1080/13504622.2017.1360842

Sauermann, H., Vohland, K., Antoniou, V., Balázs, B., Göbel, C., Karatzas, K., Mooney, P., Perelló, J., Ponti, M., Samson, R., & Winter, S. (2020). Citizen science and sustainability transitions. Research Policy, 49(5). https://doi.org/10.1016/j.respol.2020.103978

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