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Actualizado: 30 abr 2023

Desde el descubrimiento de la molécula de ADN por Watson y Crick en 1953, la humanidad ha experimentado una acelerada revolución científica y tecnológica. Y es que nadie podría haberse imaginado que ese cumulo de desoxirribosas, grupos fosfato y bases nitrogenadas serían la clave para entender y manipular la vida tal como la conocemos. Actualmente, 65 años después de tan importante descubrimiento, la ingeniería genética es y será pieza clave para el desarrollo de los fármacos y las terapias del futuro.


No es ningún secreto que la medicina actual se está quedando un poco obsoleta al enfrentar los retos médicos modernos. El ser humano no es el único ser vivo que se abre paso en este planeta. Del mismo modo los microorganismos se adaptan y evolucionan para sobrevivir. Por esto, es cada vez más común escuchar sobre los llamados súper bichos; bacterias que han encontrado la manera de adaptarse y volverse resistentes a los antibióticos convencionales.


Tal es el caso de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o la recientemente identificada súper gonorrea. Además, el siglo XXI y la modernidad han traído consigo no solo avance y desarrollo, sino también exposición a más factores de riesgo.


Hoy en día las enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes y el cáncer representan las principales causas de muerte en el mundo. Sin embargo, es aquí donde la biotecnología, valiéndose de la genética y otras disciplinas, juega un papel fundamental para el futuro de la salud. Conocer el código genético de cualquier organismo vivo significa entender como ese organismo funciona y de qué manera lleva a cabo sus procesos biológicos fundamentales, ofreciendo así una oportunidad de manipulación para el beneficio de la sociedad.


Por ejemplo, gracias al uso de la ingeniería genética, somos capaces de estudiar la estructura de las balsas lipídicas bacterianas; estructuras que contienen proteínas específicas que facilitan y promueven reacciones enzimáticas. De la misma manera, podemos insertar genes en el genoma de la bacteria Bacillus subtilis, programando así a este microorganismo para utilizar estas balsas lipídicas en la producción de antibióticos de manera más eficiente. A su vez, grandes empresas multinacionales están hoy en día explotando las grandes bondades de la biotecnología para desarrollar técnicas nunca imaginadas. Un caso es el de la multinacional IBM, que se encuentra actualmente trabajando en la producción de un laboratorio en un chip que será capaz de separar bacterias, virus proteínas y hasta exosomas, logrando así diagnosticar enfermedades de una manera más precisa y rápida. Por otro lado, actualmente es posible crear tejidos y órganos en el laboratorio, así como utilizar anticuerpos monoclonales para combatir enfermedades de una manera más específica.


La biotecnología es por naturaleza un área de conocimiento multidisciplinaria, que tal como se ha expuesto, ha venido a revolucionar la industria médica y farmacéutica. Seguramente en un futuro no muy lejano, conforme entendamos más el genoma humano, seremos capaces de anticipar la aparición de enfermedades y administrar terapias personalizadas para cada individuo. Sin duda, la biotecnología es la herramienta capaz de elucidar ese futuro de la salud, y por ende de la humanidad, en los genes de los seres vivos que habitamos el planeta tierra.

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Actualizado: 30 abr 2023

Debo ser honesta, no soy fan de la ciencia ficción, sin embargo, al leer un poco sobre su historia, este subgénero de la ficción, me intrigó. Siempre creí que la ciencia ficción solo trataba sobre avances científicos y tecnológicos en mundos imaginarios, capaces de tener sus propias leyes físicas y sus propios estados de la materia. Ignoré por completo lo más importante de la ciencia ficción: el elemento humano y entender cómo, lo que ahora nos parece SciFi, en un futuro podría materializarse en nuestra realidad, afectando muchos aspectos de nuestra sociedad a nivel político, económico y por supuesto ético. De hecho, muchas de las cuestiones traídas a discusión por los pioneros de la ciencia ficción aún siguen siendo temas de debate, y por supuesto, cruzan una nueva frontera al ser también temas de investigación y avance.


Todo comenzó con Mary Shelley


Existe un consenso general entre los expertos en considerar a Frankenstein (1818), de Mary Shelley, como la primera obra de ciencia ficción ya que posee características que definen a este subgénero: el relato es impulsado por elementos científicamente imaginables o posibles; y en torno a ellos se generan una serie de especulaciones sobre cómo se podría “mal usar” estas tecnologías (Rodríguez , 2012).


En Frankenstein el elemento impulsor era el galvanismo[1] que en su momento generó temor, ya que se creía que se podría utilizar para “resucitar” humanos y animales. Tiempo después, en 1863, la ciencia ficción ganaría popularidad con el francés Julio Verne, y sus relatos de aventura con elementos de ciencia ficción: Veinte mil leguas de viaje submarino, De la Tierra a la Luna, etc. (Blakemore, 2015).


Pero no sería hasta finales del siglo XIX, con el increíble H.G Wells, que la ciencia ficción tomó sus características definitivas. Wells con obras como: La máquina del tiempo (1895), La Isla del Dr. Moreau (1896), El hombre invisible (1897), etc.; introdujo el elemento que hace a este subgénero tan importante reflexionar sobre las consecuencias sociales, existenciales y políticas que tendrían estos avances en las sociedades humanas (Rodríguez , 2012). En el caso de la Isla del Doctor Moreau, cuyo protagonista es el infame Dr. Moreau, un científico “loco” que crea híbridos humanos-animales a través de vivisección[2], se trató temas como: dolor y crueldad animal; identidad humana y lo complicado que es definir los límites entre lo que los humanos pueden y no manipular de la naturaleza, incluyéndolos; y que tan ético es hacerlo, algo muy prematuro para la época victoriana (Lowne, 2018).


Los años que vendrían la ciencia ficción occidental se consolidaría dentro del mercado de las historietas careciendo de revistas o publicaciones propias, pero siendo muy popular entre los jóvenes, lo hizo que se considerara erroneamente como literatura de baja calidad. A la par de esto se extendió por todo el mundo, influyendo significativamente en la ciencia ficción de la Unión Soviética y Japón. Finalmente, en 1926 la Ciencia Ficción tuvo su propia revista especializada: Amazing Stories; creada por Hugo Gernsback y que contaba con autores que hicieron más respetable a este subgénero (Rodríguez , 2012).


La ciencia ficción moderna


Desde 1937, tras superar la crisis de las imprentas y del papel causada por la Primera Guerra Mundial, el subgénero alcanzó su época dorada, con una gran cantidad de publicaciones de ciencia ficción muy populares, es en este momento en el que ocurrieron hitos importantes: la transmisión de la guerra de los mundos por Orson Wells y que John W. Campbell dirigiera Astounding Science-Fiction, cuyo rigor editorial por publicar “hard science fiction” atrajo a jóvenes autores que revolucionarían el género para siempre: Issac Asimov, Robert A. Heinlein, Theodore Sturgeon, Lester de Rey, Clifford Simak, etc. Esto hizo que Campbell fuera considerado el padre de la ciencia ficción moderna (Rodríguez , 2012).


Los años posteriores fueron difíciles para las publicaciones de ciencia ficción debido a la crisis económica causada por la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en el periodo comprendido entre 1950 y 1980 la ciencia ficción en Japón, Rusia y Reino Unido llega a su más grande apogeo. La popularidad creciente a nivel mundial también hizo que este subgénero llegará a la gran pantalla y a la TV (Rodríguez , 2012).


Más adelante, después de los 80’s la ciencia ficción influenciada por la serie de cambios tecnológicos y sociales que se vivieron durante esa época como la popularización del internet y el clima de disconformidad social; dio origen a uno de los movimientos más relevantes en los últimos años: El Cyberpunk. Este movimiento no se enfoca en una visión utópica de la tecnología sino más bien en un futuro distópico de la humanidad, donde pese a la tecnología de punta las sociedades son incapaces de garantizar calidad de vida e igualdad social a los ciudadanos, en una palabra: “alta tecnología mala vida” (Morales , 2020).


En nuestros días la ciencia ficción se ha abierto espacio en series, películas, libros, historietas y videojuegos, donde no solo “coquetea” con las distopías cyberpunk, también con el biopunk que está enfocado en avances biotecnológicos como la edición genética y temas ambientales (Rodríguez , 2012).


¿Por qué la Ciencia Ficción es importante?


La ciencia ficción es importante porque permite crear escenarios en los que nos es posible especular y reflexionar sobre las potenciales consecuencias sociales y políticas que tendrán los avances científicos y tecnológicos en las sociedades humanas. También de forma prematura nos lleva a afrontar e iniciar una conversación entorno a los dilemas éticos y morales que rodean a estos avances científicos para de esta forma tomar las previsiones necesarias para evitar que estos generen problemáticas sociales que pueden llegar a ser devastadoras creando o aumentando la brecha de desigualdad social (WIRED, 2018).


Por otra parte, con ella se realiza divulgación científica, de forma más “digerible” consiguiendo acercar a las personas no relacionadas con campos científicos con tecnologías revolucionarias como la inteligencia artificial, la clonación, etc. Finalmente, en momentos de grandes cambios, crisis y revoluciones científicas y sociales; la ciencia ficción nos permite ser críticos con el futuro ya que lo vislumbramos con esperanza con el afán de no repetir los errores del presente (WIRED, 2018).


[1]Termino derivado del nombre del físico italiano Luigi Galvani quien en el siglo 19 describió por primera vez este fenómeno en el cual se observa que los músculos de seres vivos o muertos se contraen como consecuencia de aplicar una corriente eléctrica (Merriam-Webster, s.f.).

[2] Utilizar animales vivos para probar terapias, medicamentos o avanzar el conocimiento sobre enfermedades humanas y el funcionamiento del cuerpo humano(Cambridge Dictionary, s.f.).


Fuentes consultadas:

Blakemore, E. (4 de Diciembre de 2015). How Twitching Frog Legs Helped Inspire ‘Frankenstein’. Obtenido de Smithsonian Magazine: https://www.smithsonianmag.com/smart-news/how-twitching-frog-legs-helped-inspire-frankenstein-180957457/

Cambridge Dictionary. (s.f.). Vivisection. Obtenido de Cambridge Dictionary: https://dictionary.cambridge.org/dictionary/english/vivisection

Lowne, C. (30 de November de 2018). The Island of Doctor Moreau. Obtenido de Encyclopedia Britannica: https://www.britannica.com/topic/The-Island-of-Doctor-Moreau-by-Wells

Merriam-Webster. (s.f.). Galvanism. Obtenido de Merriam-Webster: https://www.merriam-webster.com/dictionary/galvanism

Morales , A. (10 de Diciembre de 2020). Vivimos en una sociedad CYBERPUNK y te lo voy a demostrar: EL DOCUMENTAL (SizeMatters). Obtenido de Size Matters - Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=gXfexOp6eXs&t=1451s

Rodríguez , E. J. (2012). Ciencia Ficción: los orígenes. Obtenido de Jot Down : https://www.jotdown.es/2012/10/ciencia-ficcion-los-origenes-i/

WIRED. (9 de Agosto de 2018). Why Science Fiction Is the Most Important Genre. Obtenido de WIRED: https://www.wired.com/2018/09/geeks-guide-yuval-noah-harari/

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Actualizado: 30 abr 2023

En la actualidad donde las formas de comunicación cada día son más directas, como en las redes sociales, los medios de comunicación tradicionales como: radio, televisión y prensa han tenido que adaptarse para no salir de funcionamiento. De igual forma, la ciencia cada día revela nuevos estudios, avances y procesos en pro de la humanidad. Sin embargo, para una cantidad importante de medios parece no ser relevante estas noticias y se evidencia en la escasa atención que se dedica al área de la ciencia, el ambiente y la tecnología.


Se debe considerar que los medios tradicionales aún son los que transmiten información a la mayor parte de la población. Un ejemplo es Venezuela, en donde la educación ambiental y científica se ha visto limitada por acciones de diseño curricular que han afectado a las materias de ciencias naturales de forma significativas, dejándolas relegadas e impulsando otras del área social y humanística. Las profesiones destinadas al espacio científico se han visto afectadas por la falta de recursos, problemas sociales y económicos que sufre el país.


Por otra parte, los científicos día a día desarrollan productos de divulgación, sin embargo, en su mayoría, los mismos están escritos para conocedores del área y no para toda la ciudadanía. Esta realidad ha colocado a la ciencia como algo exclusivo, aparentando ser algo distante a la población en general. Temas como: el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y daños en la capa de ozono, entre muchos otros, parecen ser temas sin relevancia importante en la cotidianidad de los ciudadanos.


Pero, ¿Podemos hacer de las ciencias duras, las biotecnologías y la investigación un tema de interés? ¿Podríamos recuperar un lugar en los espacios de la comunicación científica, educación y sociedad? La respuesta es afirmativa pues la capacidad de investigación es natural en el ser humano, que se refuerza o debilita desde edades muy tempranas. La UNESCO estimo en el pasado 2017 que para el año 2019 más de 50% de la población mundial tendrá acceso a Internet, y a una gran cantidad de información. Es por esto que la divulgación de contenido científico debe adaptarse a los nuevos formatos de comunicación y expandir sus sectores ciudadanos. Así mismo es necesario fomentar la formación de talentos con aptitudes y capacidades para llevar el mensaje científico a todos los estratos sociales.


Es fundamental crear experiencias de investigación, que promuevan la pasión y democratización de la ciencias naturales desde los espacios de educación básica, media y diversificada, con acompañamiento, consejo y asesoría del sector científico. La experiencia luego de variedad de trabajos de campo, jornadas científicas, centros de ciencias y más experiencias educativas confirman que existe un gran talento en el país y la región. El talento humano está presente con la visión y creatividad para superar los desafíos actuales.

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